Por Trilce Oblitas
En el contexto actual peruano se abre paso un proceso que desafía el relacionamiento entre lo urbano y lo rural, así como la aproximación a las realidades rurales desantendidas por décadas. Este proceso resalta la necesidad de revalorizar las estructuras organizaciones que representan al mundo rural y semi rural acostumbrado a estar postergado en la toma de decisiones.
Reafirmado por el gobierno Peruano y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDRAGRI), este proceso de cambio incluye la implementación de una Segunda Reforma Agraria que coloca al Cooperativismo como uno de sus ejes y que debe ser promovido.
A lo largo y ancho de Perú, hoy se celebra el día del Cooperativismo Peruano y es imperativo abordar su importancia, siendo descrito como, de acuerdo a la Ley General de Cooperativas, un “sistema eficaz para contribuir al desarrollo económico, al fortalecimiento de la democracia y a la realización de la justicia social.” Hoy 14 de diciembre, día en el que se conmemora el Cooperativismo Peruano, es valioso poner sobre la mesa de discusión lo que representa el sistema cooperativista y cuál es su pertinencia en la inclusión integral de la población rural que, con igualdad de participación y derechos, debe liderar las decisiones que impliquen una mejor calidad de vida para los y las miles de productoras en nuestro país.
De las más de 400 cooperativas agrarias en Perú, las cooperativas cafetaleras que son parte de la red de Producers Direct cumplen con la responsabilidad de hacer llegar un café de alta calidad a la mesa de millones de personas en el mundo y que debe, mirando de adelante hacia atrás, generar el desarrollo económico-social para las miles de familias cafetaleras y sus comunidades principalmente.
El movimiento cooperativista además es una clara expresión de lo que implica una gestión económica y social de abajo hacia arriba, con rendición de cuentas y transparencia, solidaridad, así como la participación democrática y el compromiso con la comunidad. La continua formalización y el impacto social que representa una estructura organizacional como el Cooperativismo, que además mantiene vigentes formas ancestrales y consmovisiones en el relacionamiento con la tierra, cooperación entre pares, hace que hoy más que nunca, sea necesaria para lograr una gestión trazable y sostenible.
Ahora es cuando podemos hablar de generar un valor agregado que sitúe la producción agrícola en el eje de desarrollo y la necesaria industralización en el sector.
Ahora es cuando hablar de seguridad alimentaria implica también una real soberanía alimentaria.
Ahora es cuando podemos avanzar en el accesso a condiciones dignas y justicia social para el mundo rural.
La ola cooperativista debe ser pomovida desde todos los sectores, privados incluidos, buscando unidad, reflexión y sinergías que nos permitan avanzar sin exclusiones. Los principios cooperativistas que rigen este sistema de cooperación y relacionamiento en el mundo rural, son los que en el marco de una Segunda Reforma Agraria, deben ser fomentados, ajustados, fortalecidos y replicados.
¡Feliz día del Cooperativismo Peruano, a seguir trabajando juntos y juntas!